Enseñar la historia
Poner carne y sangre
El patriota cubano Manuel Sanguily en prólogo escrito para un libro de Historia de Cuba escribió dirigiéndose a los maestros que la enseñan: “Sobre todo ha de poner carne y sangre en la exposición, hacerla vivir y funcionar, animarla a punto que la árida nomenclatura se convierta en amena e instructiva explicación. Ocasiones le sobran a porrillo de introducir algo así como el cuento, la narración sencilla y animada, en que a par del relieve de los hechos por medio de sus circunstancias determinantes y características, procure que se desprendan por sí mismas las nociones claras de las causas que los ocasionaron o produjeron…”
Manuel Sanguily, “Observaciones a los maestros”
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